Preguntas y respuestas

Dos indicaciones en el envase de los productos cosméticos permiten determinar su validez.
En primer lugar, se puede consultar la fecha de caducidad. Hasta esa fecha, garantizamos la eficacia y la estabilidad de nuestros productos. Esta mención es obligatoria en Europa en los productos de higiene y de aseo con una fecha de caducidad inferior a 30 meses.
En el caso de los productos sin fecha de caducidad (superior a 30 meses), se recomienda utilizar el producto en un plazo de 3 años a partir de la fecha de compra (y respetar el PAO que se describe a continuación).
Después, se puede consultar el PAO (Period After Opening), simbolizado por un tarro abierto que contiene un número y la letra M, de “mes”. La cifra corresponde al número de meses que el producto puede utilizarse con seguridad después de su apertura.
Los cuidados envasados al vacío (dosificadores airless o cosméticos estériles) no incluyen ningún PAO porque pueden usarse todo el tiempo que se desee, dentro de un límite recomendado de 3 años.

No, no utilizamos ningún componente identificado como disruptor endocrino en nuestras fórmulas.
El 100% de los ingredientes presentes en nuestras fórmulas se analiza escrupulosamente para garantizar unos productos perfectamente seguros y eficaces.
Además, siempre estamos pendientes de la evolución de los conocimientos científicos y de la normativa europea sobre cosméticos.

En los productos cosméticos, las siliconas (CICLOPENTASILOXANO, DIMETICONA, CICLOMETICONA...) presentan excelentes propiedades sensoriales: mejoran el toque (sensación deslizante, alisadora) y el acabado (empolvado, más seco, matificante). 
Las autoridades reguladoras internacionales, incluido el Comité Científico de Seguridad de los Consumidores (CCSC), consideran que las siliconas son ingredientes seguros. Son materias químicamente inertes, bien toleradas por la piel, no comedogénicas, no irritantes y no alergénicas.

Los parabenos son conservantes de origen natural que también están presentes en las frutas y las verduras (fresas, zanahorias, cebollas). Existen distintos tipos de parabenos y llevan utilizándose mucho tiempo en los productos cosméticos para impedir la proliferación de bacterias y hongos nocivos. En una fórmula, cada forma de parabeno se emplea en una concentración óptima, con el objetivo de garantizar una buena protección contra los microbios y, por supuesto, sin presentar ningún riesgo para el consumidor.
Disponemos de datos toxicológicos exhaustivos, que se actualizan en función de los avances científicos en materia de evaluación de los productos químicos.
Nuestro profundo conocimiento de estas sustancias nos permite utilizarlas con total seguridad. Sin embargo, en respuesta a las preocupaciones de nuestros consumidores, las estamos retirando a medida que reformulamos nuestros productos.

Cuando se incorpora un ingrediente a la fórmula de un producto en forma nanométrica, se añade la indicación [NANO] después de su nombre en la lista de ingredientes del envase. Las nanopartículas se utilizan ampliamente en las industrias alimentaria y cosmética. Llevan muchos años presentes en los productos solares, por ejemplo. Y es que la forma nanométrica de un ingrediente garantiza una buena distribución del activo fotoprotector y, por tanto, una mayor eficacia del producto acabado. La seguridad de las nanopartículas ha quedado confirmada por las autoridades sanitarias europeas e internacionales, que han establecido rigurosos programas de ensayos antes de autorizar su uso.

Los aceites minerales son materias primas compuestas únicamente por moléculas de carbono y de hidrógeno. Se emplean en los cosméticos, pero también en las industrias farmacéutica y alimentaria (como agentes de recubrimiento y de envasado hermético). Su principal cualidad es que permanecen en la superficie de la piel, creando una película protectora sin penetrar en las capas cutáneas. Son hidratantes, suavizan la piel seca y la protegen contra las irritaciones ambientales. Perfectamente estables, son eficaces a largo plazo.
Todas nuestras fórmulas que contienen aceites minerales cumplen las rigurosas exigencias de la normativa cosmética y garantizan un nivel máximo de pureza según los estándares farmacéuticos. Exigimos a nuestros proveedores que utilicen materias primas fabricadas conforme a la Farmacopea Europea. Además, controlamos la calidad a nivel interno.
El Instituto Federal Alemán de la Evaluación de Riesgos (BFR) ha confirmado que estos aceites están exentos de riesgos. No presentan, pues, ningún peligro para la salud de los consumidores y, además, son conocidos por su excelente tolerancia y sus propiedades protectoras e hidratantes.

La seguridad de nuestros consumidores es la principal prioridad de los Laboratorios Pierre Fabre así que nos comprometemos a comercializar exclusivamente productos cuya seguridad haya sido escrupulosamente evaluada. Todos nuestros productos y los ingredientes que los componen se rigen por estrictas reglamentaciones enmarcadas en la Normativa Europea, reconocida como una de las más protectoras de la seguridad de los consumidores.

Desarrollado por la entidad “Green Mission Pierre Fabre”, el GREEN IMPACT INDEX (GII) es una herramienta y una metodología cuya solidez, fiabilidad, transparencia y pertinencia ha evaluado y garantizado el organismo AFNOR Certification.
El GII es una herramienta para medir el diseño ecológico y social de los productos cosméticos y de cuidado familiar.
Evalúa el impacto medioambiental y social de nuestros productos mediante una puntuación global que abarca 20 criterios. Se otorga una puntuación medioambiental (2/3 de la nota) y una puntuación social (1/3 de la nota) en función de la fórmula, el envase, la fabricación, el transporte, así como las certificaciones (bio, vegano, comercio justo, origen francés garantizado) y el compromiso de RSE asociado al producto o a la marca. Para que resulte comprensible, útil y práctica, esta puntuación se plasma en una clasificación de A a D, empleando los códigos visuales de las puntuaciones nutricionales o energéticas que la mayoría de las personas ya conocen.

Los alérgenos de los perfumes se indican en la lista de ingredientes con el fin de informar a las personas alérgicas.
Hay 26 principales alérgenos que deben figurar obligatoriamente en la lista de ingredientes cuando su presencia supera el 0,01% en los productos con aclarado y el 0,001% en los productos sin aclarado.
Este aviso legal, obligatorio desde 2005, tiene por objeto advertir y proteger a las personas sensibles a estas moléculas alergénicas, ya sean de origen sintético o natural.
No obstante, estas sustancias no son peligrosas para las personas no alérgicas.

El objetivo de este aviso legal es brindar información para que los consumidores puedan elegir su producto con conocimiento de causa.
Nuestro servicio de cosmetovigilancia no ha identificado ninguna alerta respecto a los perfumes que utilizamos.

Nuestros productos pueden contener ingredientes de origen petroquímico.
El petróleo es una materia prima natural que se extrae de la Tierra.
Su purificación permite obtener aceites minerales de grado cosmético y farmacéutico. Los aceites minerales purificados no tienen las mismas características que la materia prima pura.
Los grados cosmético y farmacéutico de los aceites minerales garantizan el máximo nivel de seguridad y propiedades interesantes para la piel (espesor, textura y protección).
Además, nuestro laboratorio vela por la calidad de estas materias primas tanto a nivel interno como en colaboración con nuestros proveedores.
Los ingredientes de origen petroquímico son cuerpos grasos, neutros, inertes, con una excelente tolerancia y no irritantes. Por tanto, se adaptan perfectamente a los productos destinados a las pieles sensibles.